“El objetivo terapéutico es  encontrar la salud y potenciarla”

Hablar de las Mareas del cuerpo nos lleva a ampliar nuestra perspectiva desde donde considerar los fenómenos de la Vida, del dolor, del desequilibrio psicosomático y de la Salud. Esto es así, porque nuestro pensamiento esta adiestrado a pensar y razonar desde lo visible y desde el mundo de los sólidos.

Por ejemplo pensamos que 1+1 es igual a 2 sin embargo esto no siempre es cierto aunque es irrefutable en el mundo de los sólidos pero no en la realidad de los fluidos, de los humores, de los vapores y es por eso que Tu te hablas a ti mismo/a y también te escuchas, eres receptor y emisor a la vez y sin embargo, eres sólo uno/a. Es más, cuando te escindes y en vez de uno eres dos, posiblemente te encuentres que estas teniendo un problema.
También mi Mente y mi cuerpo forman una unidad aunque muchas veces los viva escindidos.
Quizás sea real que somos Seres que habitan temporalmente un cuerpo y que existe “algo” que lo anima y se expresa como pulsación, el alma?, la energía? Dios? El Cosmos?,el Kundalini,? el Orgón, el Prana….???

Lo único que sabemos hasta ahora desde las neurociencias es que este Aliento de Vida se manifiesta como pulsación. Las galaxias pulsan, el océano pulsa, el corazón pulsa, nuestro sistema circulatorio bombea a modo de pulsaciones, los intestinos, el hígado …el pulso, todo lo vivo manifiesta un ritmo pulsátil y por tanto una vibración y una frecuencia de onda.

Este ritmo pulsátil inherente a lo vivo, al interior de un sistema semicerrado como nuestro organismo se manifiesta con sutiles movimientos de flexión y extensión y moviliza todos nuestros cuerpos articulares, nuestros órganos, nuestra circulación, nuestro sistema nervioso, endocrino, hormonal, metabólico y por ende influye en nuestro comportamiento y manera de sentir y de pensar.
Es un ritmo esencial pues es inherente a la vivo y es por eso que influye en todo nuestro ser.

Cuando se habla de este tipo de conceptos, como energía, aliento de Vida, Chi, Yin,Yang hay una clara tendencia a mistificar el discurso. Si bien me siento plenámente de acuerdo y próximo a diferentes postulados espirituales en esta ocasión vamos a hablar de todo ello desde la biología y para ello desde el inicio de la Vida. El ser humano en su proceso de construcción de su forma visible específica pasa obligatoriamente por una fase líquida.

No somos pescados, pero si fuimos anfibios y será en ese mundo líquido que la pulsación de la Vida irá creando en nuestro caso, nuestra Forma humana.

Antes de nuestro nacimiento nos encontramos en una envoltura líquida protectora. Aún no hemos entrado en el mundo del campo de fuerzas terrestres. Nos encontramos al interior de una esfera y somos casi totalmente fluidos, al menos en los primeros momentos de nuestra vida embrionaria.
Poco a poco nuestra forma líquida irá densificándose. Poco a poco iremos solidificándonos lo cual es una condición indispensable para poder alcanzar la posición vertical y la marcha. Pero algo común a todos los seres vivos es que su paso por el estado líquido deja huellas reconocibles en su estructura adulta.
Así, las formas arqueadas y más o menos espirales de nuestros músculos y huesos, la textura gelatinosa de nuestros órganos son huellas de esa etapa.
También los huesos , “verdaderos monumentos de piedra viva”, la máxima solidificación, en su interior contienen fluido..
Al final tenemos un cuerpo en el que más del 80% de su composición es líquido, por tanto comunica y se rige por las leyes de los fluidos.

Una característica de lo fluido a diferencia de lo sólido es que los fluidos tienen la propiedad de interpenetrarse.
Otra característica es que al fluido no se le puede empujar.
Otra es su capacidad de adaptación a una forma externa.
Otra su maleabilidad
Y otra su extremada sensibilidad.
Por eso para contactar con este estado se precisa de un contacto muy sutil y delicado así, como un amplio conocimiento de las estructuras óseas y orgánicas del cuerpo.

Fue por los años 30 que un Médico Osteópata Americano se preguntó porque la naturaleza habría dotado a nuestro cráneo de unas suturas que accionan como unas articulaciones. Este hombre se llamó William G. Sutherland y descubrió que tanto el cráneo, como todos sus componentes, reflejan un movimiento lento y rítmico que se trasmite hasta el sacro, al estar ambos unidos por nuestra medula espinal, y que este movimiento puede ser detectado, potenciado y equilibrado mediante el contacto con unas manos sensibles.

Sutherland comprendió experimentalmente que las suturas craneales existían porque tenían la función de ensanchar nanométricamente nuestro cráneo al ritmo de la producción y reabsorción del líquido cefalorraquídeo, vaciado y llenado, y que esta acción producía un constante bombeo por nuestro canal medular que incidía en la mejora de todo el organismo, pues sus efectos armonizadores repercutían favorablemente en los diferentes sistemas vitales para la vida, como el sistema nervioso central, el sistema linfático, el sistema neurovegetativo, el sistema respiratorio, inmunitario, endocrino y visceral.

A este trabajo, Sutherland, le llamó, Tratamiento Craneosacral Biodinámico porque el espacio fisiologico que ocupa comprende el circuito del Líquido Cefaloraquídeo que abarca desde el cráneo hasta el sacro.

En aquellos años de 1.900, la mayoría de los países occidentales no reconocían el movimiento craneosacral, aunque ,ésto no era nuevo para otras culturas. La Medicina oriental, la acupuntura el ayurveda, han reconocido desde hace mucho tiempo los movimientos corporales sutiles causados por el flujo de nuestra fuerza vital o energía de vida. También la fisiología rusa y los anatomistas italianos de principios del S. XIX ya enseñaban que las suturas craneales adultas no se fusionan plenamente sino que continuan permitiendo pequeños movimientos a lo largo de toda la vida.

Este trabajo venido de la osteopatía se basa en sus principios, y se apoya principalmente en la inteligencia natural del cuerpo (2º principio osteopático) para re-encontrar el equilibrio.

Actualmente este Tratamiento se encuentra muy extendido en EEUU, Gran Bretaña y algunos países de la CEE como Suiza, Austria, Francia , Alemania y desde hace unos años también se ha ido introduciendo en España.

EL MOVIMIENTO RESPIRATORIO PRIMARIO Este ritmo pulsatil inherente a lo vivo se manifiesta como el motor que anima a toda nuestra biología en la construcción de nuestra forma humana.
Es por ello que existe antes que nuestra respiración pulmonar.
A este movimiento de pulsación le llamamos Movimiento respiratorio primario. Se trata de un sistema de respiración involuntaria de los tejidos, fundamental para la salud.

Este movimiento de los tejidos anima el movimiento de los huesos craneales con los que están muy asociados. También el sistema nervioso central y el fluído cerebroespinal que lo baña tienen un movimiento ritmico y pulsatil que afecta a todas nuestras estructuras, produciendo un ritmo de flexión-extensión en todo nuestro cuerpo.
Este movimiento, mientras se exprese, habrá salud en nuestro sistema.

Sutherland, encontró que los cuerpos cerebrales (tálamo, encéfalo, hipotálamo, glándula pineal, cerebelo) emitían una pulsación que se refleja en los cuerpos óseos y puede ser detectada y estimulada.
Esta pulsación corresponde a la dinámica de llenado y vaciado del Líquido Cefalorraquídeo que circula por el canal dural hasta el sacro, bañando y optimizando el funcionamiento de diferentes sistemas vitales para la vida como el sistema nervioso central, el sistema linfático, el sistema neurovegetativo, el sistema respiratorio, inmunitario, endocrino y visceral.

A aquello que interviene en este Movimiento Respiratorio Primario, Shuterland lo llamó Mecanismo Respiratorio Primario.

Este mecanismo se denomina “primario” porque esta conectado directamente con la respiración interna de los tejidos del SNC el cual regula la respiración pulmonar y todas las funciones corporales.       

También se le denomina “primario” porque entra en acción antes que la respiración pulmonar (sobre el 5º mes de gestación) y puede percibirse algunos minutos, incluso horas después de la muerte.

Sutherland consideraba a la respiración pulmonar como un sistema secundario, controlado por la respiración primaria.

Se denomina “respiratorio” porque esta relacionado con determinados procesos de intercambio, al igual que la respiración pulmonar. Constituye un proceso anabólico y catabólico que se desarrolla primero intracranealmente y que esta en conexión con el sistema nervioso y el líquido cefalorraquídeo desempeñando una función muy importante en la respiración de los tejidos de todo el organismo.
Por último se denomina “mecanismo” porque esta constituido por partes que forman juntas el motor que hace posible el ritmo craneosacro A nivel anatómico, las estructuras que forman el sistema craneosacro son:
.- Las meninges. (Duramadre, Piamadre y Aracnoides)
.- Las estructuras óseas en las que se insertan las meninges.
.- Otras estructuras del tejido conectivo íntimamente relacionado con las meninges.
.- El líquido cefalorraquídeo.
.- Todas las estructuras relacionadas con la producción, reabsorción y contención del líquido cefalorraquídeo.

Todas son estructuras embrionarias, vitales para la conservación de la vida. A la vez, será el desarrollo de éstas las que darán paso a la fase fetal y así poco a poco se irá construyendo nuestro organismo.

Sutherland comparó el mecanismo respiratorio primario con los movimientos de las mareas y denominó a la fuerza que las anima “El Aliento de Vida”.
Bergson (L´alé vital), Reich (el Orgón), las culturas orientales ( Kundalini, Prana, Yin-Yan) ya hablaron, investigaron y trabajaron sobre esa energía (¿) que anima lo vivo y se manifiesta como acción pulsátil, sea en un órgano (corazón, estómago, intestinos…), sea a nivel estelar( el día, la noche). Parece que la Vida se manifiesta mediante ciclos de polaridad que no son contrarios sino complementarios, polares y por tanto equilibradotes y armonizadores.
Esa fuerza sería la misma que anima, las mareas oceánicas, los movimientos, atmosféricos, estelares, los ciclos de la naturaleza. Se trata del fenómeno de la pulsación el cual se manifiesta mediante ciclos en toda forma de vida.

La pulsación biofísica la cual se manifiesta mediante ritmos de flexión-extensión; tensión–relajación, inspiración-espiración, diástole – sístole, anabolismo – catabolismo… es aquello que el Tratamiento Craneosacral Biodinámico busca potenciar para que restablezca por si misma el equilibrio de nuestro organismo, pues esa es su función.

A nivel biomecánico, este movimiento de expansión y retracción es creado por la fluctuación del líquido cefalorraquídeo y la motilidad inherente del sistema nervioso. Además puede ser palpado y animado, por unas manos expertas.

El Tratamiento Craneosacral Biodinámico denomina fulcros a aquellas restricciones que alteran el ritmo pulsátil. Las restricciones siempre son de carácter contráctil en el lenguaje de la pulsación. Es decir alteran el ritmo de la pulsación bien porque ésta esta escorada hacia una mayor flexión que extensión, mayor contracción que relajación, es decir, manifiestan un desequilibrio pulsátil.
Mediante los Tratamientos, esos fulcros que se han instalado en nuestro sistema y pertenecen a diferentes experiencias existenciales que cada sistema ha vivido y cuyo impacto no ha podido drenar, integrar y /o elaborar del todo. Son, como me decía un día un cliente, “heridas de vida que nuestro ser no ha terminado de curar del todo.”

Estas experiencias son muy variadas. En un bebé su experiencia existencial esta centrada en el Cómo le fue el tiempo de embarazo y el pasaje del parto. Nuestras vivencias afectivas, nuestros duelos, algunas de nuestras emociones silenciadas, algunos accidentes (caídas, golpes, daños) pueden manifestarse a modo de fulcros que alteran la dinámica pulsátil de este organismo que habitamos y que funciona con una energía que no producimos de manera consciente sino que es manejada, distribuida y canalizada por un saber, una inteligencia corporal que no es controlada por nuestro pensamiento.

El terapeuta Craneosacral Biodinámico sintoniza con estos ritmos y desde la escucha respetuosa los invita a potenciarse y liberarse de lo que llamamos fulcros, aumentando de esa manera la potencia pulsátil del sistema craneosacro del cual dependen todos los demás sistemas de nuestro cuerpo.

LAS MAREAS.
A medida que el Aliento de Vida se expresa en el cuerpo, se generan una serie de ritmos parecidos a Mareas.
El movimiento surge inicialmente en el núcleo del cuerpo y afecta al sistema nervioso central, al fluido cerebroespinal y a los huesos y membranas circundantes.
La manifestación de estos ritmos en los tejidos corporales es indicador de un funcionamiento sano.
Estas fases se denominan inhalación y exhalación primarias.
En la inhalación se produce un sutil movimiento ascendente que al mismo tiempo se expande lateralmente.
En la Exhalación ocurre lo contrario. Se produce un movimiento descendente y se encoge lateralmente.
Estos movimientos se manifiestan en todas las partes del cuerpo produciendo ritmos que han sido medidos por diferentes investigadores. ( Viola Fryman, Upledger, Zvi Karni)
Un ciclo rítmico se constituye por una fase de inhalación /exhalación.

Hasta ahora se han identificado tres ritmos principales todos tienen fases de inhalación / exhalación a velocidades distintas y se les llama LAS TRES MAREAS.
Cada una de ellas esta envuelta en las otras, produciendo ritmos dentro de ritmos:El impulso rítmico craneal. Es el más superficial. Es el despliege más externo.

Sutherland, denominó La Marea a ese ritmo pulsátil que se manifiesta en todo lo vivo y por tanto también en nuestro organismo.
Le dio el nombre de Aliento de Vida a aquella potencia que animaba a La Marea y concibió la existencia de otra Inteligencia propia de lo vivo, que parece actuar de acuerdo a un plan inherente.

Entendió que las suturas craneales existían porque tenían la función de ensanchar nanométricamente nuestro cráneo a ritmo de la producción y reabsorción del líquido cefalorraquídeo, vaciado y llenado, flexión – extensión y que esta acción producía un constante bombeo por nuestro canal medular que repercutía en la mejora de todo el organismo pues éste ganaba “recursos pulsátiles” que le permitían recobrar y mantener el equilibrio biofísico.
Desde una investigación empirísta, analizó los movimientos de todas las estructuras óseas de nuestro cuerpo y comprendió cómo sería su movimiento natural ante el ritmo craneosacral y nos lo trasmitió.

Su herramienta de trabajo eran sus manos, su sensibilidad, una clara concepción cósmica del fenómeno de la pulsación y un profundo conocimiento de la anatomía
Encontró que mediante un contacto muy sutil y un claro conocimiento de la anatomía ósea en movimiento, podía localizar irregularidades (fulcros) que se disolvían conforme aumentaba La Marea y el organismo, tendía a restablecer su salud.

Todo el saber del árbol se encuentra en su semilla.

Sutherland, encontró la manera de acceder a un sistema esencial, primitivo, pues es el origen del que nacerán todos los demás sistemas del cuerpo humano cuya acción repercute en el funcionamiento global del cuerpo mejorando sus recursos de salud para mantener el equilibrio, resolver y evitar la enfermedad