¿Porqué es importante un Apoyo Psico-Emocional para los profesionales de la Salud y de la Seguridad Ciudadana?
A lo largo de la vida hemos de enfrentarnos a situaciones que causan en cada uno de nosotros heridas difíciles de sanar, como la enfermedad y la muerte de nuestros seres queridos junto aquellas sobrevenidas por accidentes o como nos esta ocurriendo en estos momentos, por esta terrible pandemia del coronavirus, las cuales alteran profundamente aquello que hasta entonces habíamos considerado estable y definitivo. Se trata de trastornos que deben ser tratados y aceptados para que no lleguen a modificar nuestro carácter o nuestra forma de vivir, afectando a nuestra mente y a nuestro organismo.
El TEPT o Trastorno por Estrés Post-Traumático viene definido por el DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) como “la aparición de síntomas específicos tras la exposición a un acontecimiento estresante, extremadamente traumático, que involucra un daño físico o es de naturaleza extraordinariamente amenazadora o catastrófica para el individuo”.
La expresión <trauma>, esta asociada a la mente dañada, herida emocionalmente. Es la marca de un suceso que ha dejado su huella en nosotros y no podemos desprendernos de ella, pues cuanto más lo intentamos, más difícil nos resulta gestionarla. Es por eso, que, a nivel clínico, siguiendo a O. Fenichel, entendemos por trauma psicológico, la exposición a un evento doloroso que tiene un gran impacto a través del tiempo y puede ser definido como “la incapacidad del sujeto para responder adecuadamente a la intensidad de un quantum de excitaciones excesivas para su psiquismo, producido por un determinado acontecimiento vivido”.
Es evidente y natural que cuando el/la profesional de la salud (médicos, psicólogos/as, celadores, enfermeras/os, agentes de policía, militares, bomberos, conductores de ambulancia…) esta expuesto a un fuerte estimulo estresante, su sistema biofísico actúa y se defiende activándose, pues han de estar al servicio de los demás, prestando todo su saber profesional y humano con el consiguiente desgaste psico-físico.
Cuando esa activación permanece durante días, el sujeto se debilita tanto por fatiga físico-cognitiva como por cansancio emocional y no puede detenerse para recuperar su estabilidad pues tiene que seguir al “pie del cañón”. Esto será así hasta que la emergencia ceda y es entonces cuando llega la “resaca emocional post-traumática” que en algunos casos puede llegar a ser altamente incapacitante.
Esto puede ser evitado si actuamos ya.
El trastorno por estrés post-traumático se manifiesta a través de síntomas como la ansiedad, los trastornos del sueño, del humor, la evitación y el principal objetivo en la ayuda que se les puede prestar ahora es, la de desarrollar un conjunto de habilidades útiles para estos momentos mediante la escucha empática y el aprendizaje de sencillas herramientas terapéuticas para la autorregulación de sus emociones y la aceptación sin juicios de su malestar.
Es de vital importancia abrir un espacio de escucha empática, pues no hay nada más devastador que el silencio emocional.
Nuestros profesionales guardan silencio para no desequilibrar emocionalmente a sus compañeros/as, hijos/as, padres y madres. Guardan y evitan, por amor, hablar de lo que ven cada día, deterioro, angustia, muerte, ansiedad, precariedad, dolor, impotencia, en los hospitales, en las calles, en donde desempeñan su labor. Ese silencio, esa contención emocional, es necesario que tenga un espacio privado en donde poder expresarse para que no termine manifestándose mediante la somatización posterior y la enfermedad.
Todos sabemos que ante un mismo acontecimiento traumático las respuestas individuales pueden ser diferentes, ya que realmente no existen traumas que lo sean por sí mismos, sino personas traumatizables o susceptibles de serlo. Todo trauma supone variables que pueden ejercer como “mecanismo despertador” de viejas huellas emocionales que ni siquiera podemos recordar, por lo que cada cual reacciona de manera diferente frente a situaciones similares.
Como profesional de la salud en el campo de la Psicología Clínica, vengo atendiendo a nivel presencial y por Psicología online, a diferentes profesionales con la finalidad terapéutica de evitar los efectos secundarios que ya se están produciendo como insomnio, desequilibrios intestinales, irritación emocional, pensamientos recurrentes, ansiedad, desequilibrios en la tensión arterial, estados depresivos, dolor muscular y fatiga. Esta intervención psicoterapéutica, nos esta permitiendo evitar que el Sistema Inmunitario se debilite y que el equilibrio Psico-Emocional se mantenga mucho más estable, lo cual incide directamente en la disminución de los efectos secundarios, consecuencia del estrés emocional mantenido día tras día.
También para aquellos/as profesionales que tienen una clara inclinación autodidáctica, pueden acceder al Autocurso creado para ellos/as, Mindfulness para le reducción de la ansiedad y el estrés.
Por último, es cierto que cuando estamos frente a un potente estímulo estresante el profesional actúa sin preocuparse demasiado por si mismo/a, restándole importancia a su situación personal y animado por su vocación de servicio y de ayuda a los demás. Sin embargo, es vital tomar conciencia y tenernos en cuenta con la finalidad de estar bien para poder seguir facilitando nuestros servicios de ayuda.
Es fácil que ahora, estés tan ocupado/a atendiendo a los demás, que no te ocupes de ti mismo/a, pero atención, ahora es el momento de compartir una escucha empática, un contacto fuera de la familia, amigos e incluso más allá de los compañeros de trabajo. Compartir, mediante una escucha profesional y empática, lo que estas viviendo, sufriendo, ayudando, junto al esfuerzo que haces para mantener la sonrisa ante los demás, será muy importante para mantener tu equilibrio personal, con el fin de que puedas seguir ayudando a los demás y evitar la “resaca emocional” y sus efectos secundarios.
Gracias por tu labor y sobretodo no te descuides pues eres muy importante.
Nacho Montero-Rios Gil.
Psicólogo.CV-01984.