¿MEDITACIÓN PARA TODOS/AS?
En estos tiempos que compartimos la Meditación ha surgido como una herramienta para todos y todas, más allá de sus efectos clínicos no siempre beneficiosos, en función del estado de salud mental de cada persona.
Hoy, nuestro mercado, nos ofrece una variedad de “productos”. Así, tenemos yoga & meditación; coaching & meditación; retiros de Meditación, y un sinfín de productos que han surgido desde una óptica más de mercado que clínica. Por lo qué, aunque la intención sea la de ayudar y para muchos/as sea beneficiosa, no siempre es así…Esto en si mismo ha generando un tipo de estética particular.
De un lado tenemos la “apariencia”, cuencos, inciensos, imágenes de budas, banderitas con oraciones en fin toda una “performance de la apariencia” junto a una frecuente falta de formación clínica y psicológica por parte de sus facilitadores.
Muchos son los instructores/as de meditación que se han formado en esta herramienta, pero hasta donde alcanzo, pocos de ellos han recibido formación psicológica, médica o psiquiátrica.
Es decir, la meditación en muchos casos se ha convertido en algo de consumo fácil, sin criterio clínico y sin base analítica y es por ello que puede generar graves problemas en algunos/as usuarios/as.
Ahora bien, ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Se trata de un asunto de mercados de un sistema social que fagocita sin reflexionar lo que come?
Desde una mirada clínica, la meditación puede ser perjudicial, en algunos cuadros psicológicos, como en la psicosis, la bipolaridad, en los cuadros paranoides e hipocondríacos y en ciertos trastornos de personalidad Boderline. Pues, al practicar la meditación trabajamos en capas profundas de la psique en las que a veces permanecen residuos de desequilibrio mental que pueden resurgir, por lo que meditar sin la guía de un profesional adecuado, que te conozca bien y pueda atenderte a la primera que surja un efecto adverso, es un riesgo que no merece la pena correr.
Mi consejo es que os inicies poco a poco, con un profesional del tema, pues pese a ser una disciplina llena de ventajas, como diferentes estudios lo confirman, al mismo tiempo, en la práctica clínica, psicólogos y psiquiatras estamos encontrando claras adversidades, en la meditación de consumo o Mc-Mindfulness, como se le llama, en diversos cuadros patológicos como las depresiones, los trastornos obsesivos, el dolor crónico, así como con personas consumidoras de psicofármacos o drogas duras.
De todos es sabida la eclosión, dentro y fuera de la Salud Mental, que estamos viviendo de prácticas meditativas de todo tipo y formato. En ellos abunda la apariencia y estética oriental y la mayoría están desprovistas de casi todos los requisitos que la disciplina necesita, tanto en intención, como en forma y objetivo.
Es por ello que, si buscas iniciarte en la meditación desde un objetivo o motivo terapéutico, entonces te aconsejo que busques un profesional que practique, te enseñe y te entrene en la Meditación Terapéutica, de manera estructurada, tanto a nivel pedagógico como práctico.
Es desde esta inquietud, que profesionalmente amplié mi experiencia personal con la meditación, con el estudio y aplicación de la Meditación Terapéutica, en la que, sin dejar de reconocer su fuente venida de las Tradiciones Contemplativas, su enfoque es clínico por lo que toma en consideración la estructura caracterial de cada persona y se ajusta a ella con el fin de no desequilibrarla.
Un saludo. www.nachomonterorios.com