La Meditación es la observación de la mente y no el dominio de la mente.
Lo primero y más recomendable para todos/as es, ‘No buscar que la mente se aquiete”. La mente es como un mono picado por un escorpión, anda de aquí para allá saltando de un lado al otro y nada la detiene, nunca cesa su actividad. Esa es su naturaleza.
Nuestra mente esta tan atada a los objetos que no puede solamente mirarlos sin hacer nada con ellos, no puede soltarlos y echarlos al olvido. Está siempre buscando un nuevo foco de apego al cual atarse, no sabe vivir desligada.
Poco a poco, conforme nos vamos integrando en la Práctica meditativa podemos profundizar en cultivar nuestra capacidad de relajarnos que está directamente relacionada con nuestra calma mental durante la Meditación.
Una mente aferrada a la rumiación y a la dispersión es una mente infeliz y produce rigidez y contracturas que hacen que la practica meditativa parezca una sesión de tortura medieval pues los pensamientos se alborotan. Para evitar esto, es necesario que conozcas Los Secretos de la Respiración que trabajamos en formato de Retiro Urbano.
Y si, ya sé que respiras pero, ¿sabes utilizar tu respiración para controlar tu ansiedad, tu hipertensión, tus miedos, tu insomnio y tu estrés? Pues, de eso trata, de enseñarte todo lo que puedes hacer por ti y aprendas nuevas herramientas (la técnica del Conteo, La respiración larga, la respiración corta, los 4 tiempos…) para tu bienestar, además de medicarte.
Lo primero que debes saber es que la mente nunca está en silencio y es loco pretender que se calle.Se trata de saber Enfocar y dirigir la Atención y eso es lo que vas a aprender en este Retiro Urbano, si te lo quieres regalar.
Es crucial entender que la mente no esta ni en movimiento ni en no-movimiento. En el momento que surge un pensamiento, aprenderás a no poner atención ni en su favor ni en su contra. Si vamos en su favor caemos en su influencia y si actuamos en su contra entramos en la inquietud. ¿Entonces qué hacer? Siéntate nada más y conoce Los Secretos de tu Respiración.
Un saludo. Nacho Montero-Ríos